Desde hace un tiempo, dedico una parte de mi día, a adentrarme en el profundo océano compuesto por innumerables blogs, los cuales tratan los más diversos temas. Varios de ellos (en realidad los bloggers, no los blogs en si), a través de sus textos, han logrado en mi despertar una conciencia ciudadana poco habitual en una persona. Lo cierto es que ahora, en todos los ámbitos de mi vida, me posiciono frente a las diversas situaciones como un espectador con un agudo sentido critico de la sociedad y como esta se desarrolla, evoluciona, involuciona y se revoluciona.
Una de estas situaciones fue la semana pasada, en que el tema de discusión en una mesa con amigos (al mejor estilo polémica en el bar) era "¿adonde llevas una chica?". Claro, el tema no es de fácil abordaje. Es decir, es fácil hablar del tema cuando no tenés que salir con nadie, pero cuando estás en la situación, se te queman los papeles y se te produce un vacío mental que te impide tomar la decisión adecuada.
Es ahí donde se activó mi sexto sentido, mis antenitas de vinil empezaron a sonar y me percaté que para ese problema no hay una respuesta estatal. "Si vas a villa cariño te meten preso", "en las plazas no se puede", "en la calle no da", decía el más verborragico de la mesa. Por que el estado no hace en vez de museos para la memoria, parques industriales, plazas para hacer deportes, reductos donde los donjuanes de turno, puedan llevar a pasar un rato ameno a sus medianaranjas de turno? Nosotros les pagamos el sueldo a los legisladores y funcionarios y ellos no nos dan una respuesta a un tema tan sensible. Deberíamos tomar conciencia de estas situaciones y hacer propias las luchas de tantos compañeros.
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